#ElPerúQueQueremos

VRAEM: la “reconversión productiva” beneficia al narcotráfico.

La mayoría de cultivos de coca no serán erradicados ni tocados con el pétalo de una rosa

Jaime Antezana Rivera

Publicado: 2015-01-29

El gobierno de Ollanta Humala no tiene una estrategia nacional e integral de lucha contra el narcotráfico. Y, todo indica, que no lo tendrá lo que resta de su gobierno. Empero, el gobierno dice que tiene una “nueva” estrategia nacional de lucha contra las drogas. ¿En qué consiste su “nueva” estrategia nacional? En la implementación de acciones similares, no iguales, en dos grandes zonas: Huánuco, Ucayali y San Martin y los Valles de los Ríos del Apurimac, Ene y Mantaro (VRAEM), que involucra parte de Ayacucho, Junín y Cusco.  

Así, mientras que en Ucayali, Huánuco, San Martin y, últimamente, en Pasco y parte de Loreto, se erradica forzosamente los cultivos de coca y, post erradicación, se ejecuta programas de desarrollo alternativo, que son acompañados de labores de interdicción (decomiso de drogas, de insumos químicos y destrucción de pozas de maceración), en el VRAEM, el epicentro de la producción de cocaína en el Perú, se realizan acciones de interdicción (en este caso, destrucción de pistas de aterrizaje), pero no hay erradicación de la coca.

Existen, pues, dos estrategias. También existe un común denominador entre las regiones de Huánuco, Ucayali y San Martin y el VRAEM: casi no se combate el lavado de activos ni se controla eficazmente los insumos químicos. Estos, pese a los scaner que existen y la norma que establece la destrucción de las unidades y los insumos que lleva, siguen entrando sin problemas a las zonas de producción de coca y elaboración de droga.

La estrategia de Ollanta Humala no es nacional. Ni hablar de Puno, La Libertad, Cajamarca, Amazonas, Ancash y Madre de Dios, donde no se combate al narcotráfico: no se erradica la coca ilegal, no se ejecuta programas de desarrollo alternativo, no se controla los insumos químicos y -solo de vez en cuando- se decomisa droga o destruye plantaciones de marihuana o amapola. Son regiones que no existen para la “estrategia nacional” de Ollanta Humala.

No solo eso. El martes 2 de setiembre pasado, Ollanta Humala quebró más su “estrategia nacional”: la resolución ministerial 0475-2014-Minagri, publicado en el diario "El Peruano", creo la Comisión del Programa de Reconversión Productiva para los valles del Apurimac, Ene y Mantaro. Esa norma dejo dos cosa claras: no se iba a erradicar en el VRAEM, y el ente rector de la lucha contra las drogas en el Perú, DEVIDA, no tendrá nada que ver con la “reconversión productiva”. Insólito.

Dos razones explican esa decisión: uno, Ollanta Humala cambio su compromiso de erradicar 16 mil hectáreas en el VRAEM del mes de enero del 2013 y, a través del ministro de agricultura, llego a un acuerdo con los cocaleros para que no haya erradicación forzosa en esta zona y, dos, a esa reunión de dialogo, del mes de mayo pasado, no fue invitado DEVIDA. Ollanta Humala había optado por el ministerio de agricultura para implementar la "reconversión productiva" gradual en el VRAEM.

De esa manera, el gobierno fracturo aún más su "nueva" estrategia nacional. Ahora bien, ¿el programa de “reconversión productiva” gradual se implementó inmediatamente al acuerdo con los cocaleros el mes de mayo? No. Pasaron cuatro meses para que salga la Resolución Ministerial 0475-2014-Minagri, en setiembre pasado, que creo el Programa de Reconversión Productiva para el VRAEM. La otra pregunta fluye por si sola: ¿este programa ha logrado reducir gradualmente las 5 mil hectáreas de coca en el VRAE, tal como se anunció?

En los casi cinco meses de creación del programa, ocurrió lo que prevenimos: no se ha reconvertido las 5 mil hectáreas de coca por productos alternativos (cacao, café, etc.), sino –el martes 20 de enero- solo una familia de Kimbiri ha erradicado dos hectáreas de coca. Le pagaran más de 1000 soles hasta que el producto que ha instalado (piña) produzca. La erradicación de estas hectáreas conto con la presencia del viceministro de agricultura.

El programa es, sin duda, un fracaso. ¿Acaso no sabían la experiencia del programa de reducción gradual y concertada del 2003-2004, que mostró que pocos cocaleros fueron parte del programa de reducción gradual para cambiar sus cultivos de coca por productos alternativos, aprovecharon el apoyo y sus cultivos lo trasladaron a otra zona del VRAEM? Obviamente, que saben. O se deben informar.

Entonces, ¿para que invertir en un programa que no funcionara, que será “licuado” por el narcotráfico? ¿A quién beneficia este programa? Beneficia al narcotráfico. ¿Por qué? La mayoría de cultivos de coca no serán erradicados ni tocados con el pétalo de una rosa; solo de los productores que se incorporen a este programa. El “establishment” de la coca, insumo básico para la cocaína, es intocable. Ganaron los narcotraficantes. Y, también los cocaleros.


Escrito por

Jaime Antezana

Investigador.


Publicado en

Blog de Jaime Antezana

Otro sitio más de Lamula.pe