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Respuesta a Barba y Rey

Jaime Antezana es "ignorante, un difamador o un sicario político"

Publicado: 2015-05-03

Hace algunas horas, en el programa que lleva sus apellidos en Panamericana Televisión, me entere que Rafael Rey y José Barba me dedicaron varios minutos en su programa para decir que soy "ignorante, un difamador o un sicario político".  

¿Cómo tomo esos epítetos zahirientes de ambos conductores? Como tomé cuando Mauricio Mulder me dijo "farsante": como una condecoración más en mi trayectoria como investigador social del terrorismo y el narcotráfico. ¿Porque? Por dos razones.

Primero, en ningún artículo o entrevistas escritas, radiales o en TV, he sostenido que en el Perú existan "narcopartidos". Lo que si he sostenido es que el narcotráfico tiene presencia orgánica en los partidos nacionales con posibilidades de ganar el gobierno nacional o tener una importante representación parlamentaria. Y, una parte de eso, está siendo investigado por la comisión que preside la congresista Rosa Mavila.

¿De dónde sacaron Rey y Barba que yo afirme que en el Perú hay "narcopartidos? La única vez que utilice ese término fue entre signos de interrogación en un artículo cuando se conocía los vínculos de varios militantes de APRA con Gerald Oropeza, investigado por lavado de activos procedente del tráfico de cocaína. No es, pues, una de mis tesis sobre la narcopolítica.

¿Acaso Rey y Barba no saben que una palabra entre signos de interrogación no es una afirmación? Claro que lo saben. Pero, para descalificarme sin estar presente para defenderme, es útil. Sirve. Eso es lo que hicieron en su programa. Ergo: si pretenden descalificarme lean mis artículos. Todos están publicados en las redes. No inventen o me asignen conceptos que –todavía- no sostengo.

Segundo, pedir públicamente que el Ministerio Público investigue a Kenji Fujimori porque en el almacén de la empresa (Limasa), del que era uno de los accionistas, se encontró 100 kilos de cocaína, Barba dice que soy o "ignorante" o "difamador" o "sicario político". Su argumento: que la fiscalía no le abrió una investigación y que fue archivado en la comisión de ética del congreso de la república.

Que "poderoso" argumento de Barba, secundando por Rey. Empiezo por lo segundo: ¿Acaso se olvidan que "Otorongo no come "Otorongo"? La investigación de la comisión de ética del congreso no es concluyente ni definitiva. No es una sentencia del poder judicial ni tiene siquiera la importancia de un archivamiento fiscal. En consecuencia, a contrapelo de lo que concluyo la comisión de ética del congreso, el ministerio público le debió investigar de oficio.

¿O se olvida que a José León, quien mintió varias veces que no conocía al mexicano Rodrigo, alias "Lic", para al final enterarnos que había conversado dos veces en su casa alquilada (eso es lo que reconoció), el Ministerio Publico no le investigo y una comisión del congreso le dio una sanción de 60 días?

O, ¿se olvida que Gerald Oropeza, cuyos indicios abonan que habría lavado activos provenientes del tráfico de cocaína a Europa, tenía millonarios contratos con el Ministerio Público, ente encargado de perseguir el delito? Eso indicaría, eso parece que no entienden Barba y Rey, que estaba protegido por este organismo. Un hecho profundamente escandaloso para el país que ni lo menciona.

En esa línea, en cualquier Estado moderno del mundo, cuando un congresista se ve involucrado, directa o indirectamente, con el hallazgo de un volumen importante de cocaína, la fiscalía investiga al congresista. Pero, con raras excepciones en el mundo, en el Perú no ocurre eso. El Ministerio público no investigó de oficio al congresista Kenji Fujimori. Sin embargo, el hecho que Ministerio Publico no lo haya investigado cuando debió -y debe- hacerlo, Barba lo toma como un argumento.

Es un razonamiento curioso. Así, exigir que el Ministerio Publico investigue a Kenji Fujimori por los 100 kilos de cocaína hallados por la policía antidroga en el almacén de la empresa Limasa del que era uno de los accionistas, no es ser "ignorante" ni "difamador" ni, mucho menos, un "sicario político". Es una exigencia que se ajusta al derecho y la salud pública del país. Es, además, una exigencia de miles de ciudadanos en las redes y en las calles.

Eso no significa que Kenyi Fujimori sea un narcotraficante. Nadie ha dicho eso. No soy ni fiscal ni juez para afirmar eso. Eso sí sería una difamación. Solo exijo algo que el ministerio público debió hacer de oficio: investigar qué relación tenía Kenji Fujimori, como accionista de la empresa Limasa, con los 100 kilos de cocaína pura hallados en el almacén de dicha empresa. Eso es todo. ¿Alguien sabe cómo quedo ese caso, que involucraba, además, a un excandidato al congreso por Fuerza Popular?

¿Eso es ignorancia, señor Barba? No. Salvo que para usted lo que concluya la comisión de ética del congreso de la república este por encima del Ministerio público y el poder judicial. Eso podría ser una supina ignorancia suya. Y, sobre si somos o no un narcoestado, lo dejo para un próximo artículo.


Escrito por

Jaime Antezana

Investigador.


Publicado en

Blog de Jaime Antezana

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