Ataque a la base militar de Manzangaro: reafirmando el control del tráfico de drogas del clan Quispe Palomino.
Se acabó el repliegue de la organización armada del clan Quispe Palomino. Dos hechos de sangre lo patentiza: primero, el 20 de julio pasado, el ataque a la base de Paquichari, en San Martin de Pangoa, que dejo un soldado muerto y otro herido y, segundo, el miércoles 5 de agosto, el ataque a la base militar de Mazangaro, en el mismo distrito de Pangoa/Satipo, Junín, que dejo otro soldado abatido. Dos hostigamientos ocurridos el mes de mayo y julio pasados fue el preludio
Estos dos ataques/emboscadas, nada menos que a bases militares y que ha dejado dos bajas en las FFAA, nos devuelve a los años 2008-2012: periodo en el que las columnas armadas del clan Quispe Palomino emboscaban patrullas y atacan a bases militares. Visto así, los dos ataques/emboscadas representa -hay que reconocerlo- el fin del repliegue en la que estuvo esta organización desde el abatimiento de "Alipio" y “Gabriel" (agosto 2013).
El fin del repliegue del clan Quispe Palomino no significa, que esto quede muy claro, que hayan estado atenazados, cercados ni, muchos menos, derrotados. Nada de eso. Esta organización narco-armada logro recomponerse -contra el triunfalismo de las FFAA- pocas semanas después del durísimo golpe que significo el abatimiento de "Alipio" y "Gabriel".
Así, desde fines del 2013, continuaron operando pero sin realizar emboscadas a patrullas o bases militares. Lo que si realizaron son acciones de destrucción de antenas de telefonia movil y fija; un proceso de repliegue ordenado para realinear sus fuerzas y protegerse de la inteligencia electrónica, digital y satelital que le costó la vida a “Alipio” y “Gabriel”; y, posteriormente, realizaron hostigamientos (disparos de francotiradores) a algunas bases militares.
Asimismo, esto es muy importante, mantuvieron el control de dos zonas: el Panamericano que les permite controlar el tráfico de drogas a tres provincias de Junín (Huancayo, Concepción y Chanchamayo) y una provincia de Huancavelica (Pampas Tayacaja) y el Bajo Urubamba que les permite el control del tráfico de drogas a Sepahua y Atalaya (Ucayali) y Contamana (Loreto). Incluso, según fuentes locales, el clan de los hermanos Quispe Palomino sacan droga por Tarma. Eso sí, dejaron de controlar la ruta VRAE-Andahuaylas.
Ahora, ¿cuál es la razón de los ataques/emboscadas a las dos bases militares por las columnas del clan Quispe Palomino? Es reafirmar que ellos controlan la cuenca del Mantaro, donde se ubican esas dos bases militares. Cuenca que les permite controlar, sin ningún problema, el tráfico de drogas (PBC y cocaína) a parte de Huancavelica y Junín. Los ataques son por el negocio. Es muy probable que el decomiso de 150 kilos de droga hace días, este a la base del ataque. Desde el 14 de julio de 1999, no atacan por razones ideológicas ni políticas.
El ataque a la base de Mazangaro no tiene nada que ver con el operativo militar de los mal llamados "recuperados": ese grupo de hombres, mujeres y niños, según una fuente que estuvo en pos de ubicarlos el 2012, son poblaciones que fueron llevados a Santo Domingo, en el sector 5, por SL (cuando eran ellos) el año 1988 y fueron abandonados por estos. Las columnas de los Quispe Palomino varias veces llegaron donde estaban, pero no los sometieron. No eran "cautivos". Era una población libre y asentada.
Es improbable, pues, que el ataque sea una reacción por la falsa recuperacion de pobladores. Más bien, parece contener un mensaje de esa organización para las FFAA y "rambito" Iván Vega, el gran artífice de los liberados bamba: porque no vienen a nuestra zona, porque sacan a poblaciones libres e inofensivas.
También revela que las FFAA, después de ocho años de su implementación, han fracasado estrepitosamente en el VRAEM. ¿Por qué? Fácil: porque no combaten al narcotráfico. De nada sirvió los varios miles de millones de soles gastados hasta la fecha y los más de cien soldados y policías muertos por una estrategia militar antiterrorista que no sirve para nada. La organización de los hermanos Quispe Palomino es un clan de la droga, una firma del narcotráfico. Entonces, si se continúa esa estrategia de las FFAA no solo no se derrotara a esa organización narco-paramilitar sino que el narcotráfico seguirá siendo el único poder paralelo.