Banderas rojas y granadas en Lima: Un psicosocial descarado.
Hace pocas horas, a pocas cuadras del distrito donde vivo, Breña, efectivos de la UDEX encontraron tres cajas de granadas en una vivienda, conteniendo 51 de estas pequeñas bombas con material explosivo. Este hallazgo se suma a otras granadas encontradas en diferentes puntos de Lima Metropolitana. Incluso, en Villa el Salvador, la muerte de un policía tras desactivar una granada.
Los hallazgos de granadas y banderas rojas con la hoz y el martillo, incluido panfletos con inscripciones del "PCP" y los "35 años de guerra popular", no solo se ha convertido -junto a la campaña "chapa tu choro y déjalo paralitico"- en el principal noticia de los medios de comunicación.
También, debido a las huellas imborrables del pasado de terror que sembró Sendero Luminoso (SL) en Lima y el país, los trapos rojos y granadas ha provocado miedo y zozobra en amplios sectores de la población. Ha reactivado los miedos heredados de los 80 y parte de los 90.
Ahora bien, ¿estamos ante el reinicio de las acciones terroristas de SL o de un sector de este? ¿O estamos ante acciones de terrorismo urbano, por el uso de granadas, como sostiene del Ministro del Interior y pocos abogados?
Ni banderas rojas ni explosivos: SL busca participar en los procesos electorales.
Empecemos por analizar la primera interrogante. En primer lugar, las banderas rojas con la hoz y el martillo, explosivos y volantes con inscripciones amenazantes son falsas. No pertenece a SL ni a una facción de esta. ¿Porque? Dos razones contundentes.
Uno, ciertamente SL dinamitaba torres de alta tensión y ponía coches-bomba en entidades públicas y privadas y asesinaba selectivamente a dirigentes populares poniéndole dinamita debajo de sus cuerpos (Marielena Moyano y Pascuala Rosado) pero no dejaba granadas, en sectores populares (como en Jicamarca, Breña, etc.).
Dos, en uno de los volantes encontrados en Jicamarca hay un lema que dice: "Defender la vida y la salud del Presidente Gonzalo". Hasta aquí, los volantes aparentemente serian de SL o una facción senderista. En efecto, entre 1993 hasta 2000, los documentos de SL exigían eso. Sin embargo, poco a poco lo fueron abandonando.
Eso hay que tenerlo en cuenta. Pero no es lo central. Lo medular es lo siguiente: que todos los senderistas que exigían "defender la vida y la salud del Presidente Gonzalo" pasaron de la "lucha política con armas" a la "lucha política sin armas", es decir, que abandonaron las armas.
No solo abandonaron las armas, por la derrota de su "guerra popular", sino que, a fines del 2009, crearon el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) para participar en los procesos electorales. No pudieron participar de las elecciones del 2011, pese a que tenían las firmas suficientes para su inscripción.
Y, el mes de marzo de este año, el Movadef y otras pequeñas organizaciones crearon el Frente de Unidad y Defensa del Pueblo Peruano (Fudepp) ¿Para qué? Igualmente, para inscribirse y participar en las elecciones generales del 2016.
Conclusión: los senderistas que exigen "Defender la vida y la salud del Presidente Gonzalo" han abandona las practicas terroristas que perpetraron en los 80 e inicios de los 90. Ergo: los que están con “Presidente Gonzalo” ya no ponen banderas rojas ni explosivos. Menos simulados. Algo más: tampoco existe alguna facción senderista que estén haciendo esas cosas.
A fines de los 90, desapareció la única facción que dividió a SL: la corriente “Proseguir”. O sea, ni SL ni una facción senderista está detrás de los trapos rojos con la hoz y el martillo y los explosivos encontrados en Jicamarca.
El psicosocial: Opacando las agendas de Nadine Heredia y la capitalización del fujimorismo.
En segundo lugar, sabiendo que no era una práctica de SL poner granadas en casas y calles de sectores populares, las granadas que la policía está encontrando en diferentes puntos de Lima son, definitivamente, un psicosocial.
Es un descarado psicosocial. ¿Por qué es un psicosocial descarado? Porque, sin duda alguna, las granadas que se están encontrando han salido de las FFAA y la policía. Ellos son los principales abastecedores del mercado negro de armas. Eso tiene que investigarse a fondo.
Ahora, sea que lo estén realizando los servicios de inteligencia u otro grupo organizado para hacerlo, les está funcionando. La investigación de las agendas de Nadine Heredia ha sido cubierta por las granadas; el rechazo de los recursos para que las agendas no sean incluidas en la investigación por lavado de activos contra Nadine Heredia, también han sido opacados por las granadas.
Por beneficiar indirectamente a Nadine Heredia, puede ser una psicosocial posiblemente para-oficial. Pero este psicosocial (las granadas encontradas y por encontrar) pude ser aprovechado por otros sectores. Hay algo del espíritu maquiavélico de Montesinos en este psicosocial. Quizá con excepción del caso de Villa el Salvador: la granada fue por extorsión.
En efecto, "No se puede descartar que sea un grupo subversivo, terrorista", ha dicho un prominente hombre de inteligencia policial de militancia fujimorista. ¿Cómo le beneficia al fujimorismo el hallazgo de granadas y banderas rojas con cargas simuladas? Si estamos ante la reaparición de –cosa que no es cierto- del terrorismo senderista o terrorismo urbano, entonces, hay que votar por la candidata cuyo padre derroto a SL.
Así, estamos en ante un psicosocial que inventa un falso senderismo volviendo al terror o un terrorismo urbano delincuencial. Y, en este caso, como lo hemos analizado, no beneficia exclusivamente solo a un sector: el oficialismo de Nadine Heredia. Queda claro -sin descartar que esto sea obra de sectores exogenos al gobierno- que el fujimorismo también buscara capitalizarlo.